Vinaròs se llena de encaje, sol y tradición con la XXIV Trobada de Puntaires
El próximo domingo 21 de septiembre de 2025, el corazón del Mediterráneo se llena de hilos, bolillos y alegría con la esperada XXIV Trobada de Puntaires de Vinaròs, una cita que ya se ha convertido en emblema del calendario festivo de la comarca. De 10 a 13 horas, el Envelat de l’Atlàntic acogerá a decenas de artesanas y visitantes que vibrarán al ritmo del golpeteo acompasado de los bolillos y el murmullo cálido de las conversaciones entre hilos.
Hablar de una trobada de puntaires es hablar de historia viva, de manos que saben lo que hacen, de saberes que se heredan con ternura, y de una comunidad que ha sabido tejer más que encajes: ha tejido vínculos, cultura y belleza. Y si encima el escenario es Vinaròs, la experiencia no puede ser más completa.
El arte del encaje: entre el mar y la tradición
Durante la trobada, el público podrá ver cómo trabajan las artesanas con sus mundillos, bolillos y patrones. Un espectáculo sereno, casi hipnótico, que no deja indiferente. Desde los dibujos florales más clásicos hasta las innovaciones contemporáneas, las puntaires convierten el hilo en arte, sin artificios ni prisas. Solo paciencia, oficio y mucha pasión.
Pero no se trata solo de mirar: las paradas de material ofrecen auténticas joyas para quienes quieran iniciarse o para las que ya dominan el oficio. Hilos de lino y algodón, bolillos de boj, patrones centenarios y modernos, kits completos y, por supuesto, ese trato tan cercano de quien ama lo que hace.
Vinaròs, mucho más que puntillas
La trobada es, sin duda, la excusa perfecta para redescubrir Vinaròs, uno de esos pueblos que guardan el alma de la costa valenciana. Su paseo marítimo, siempre animado, es ideal para tomar algo mientras se contempla el Mediterráneo. Las playas —la del Fortí, la de Fora del Forat o la Cala Puntal— invitan al baño incluso en septiembre, cuando el sol aún acaricia pero no abrasa.
Y no podemos olvidarnos del casco antiguo, con su Iglesia Arciprestal de la Asunción, que es una joya del gótico valenciano. Perderse por sus calles estrechas, descubrir pequeñas tiendas, y tomar un vermut en alguna terraza con vistas al mar es casi un deber si visitas la ciudad.
Ah, y si eres de buen comer, prepárate: Vinaròs es famoso por sus langostinos, que se pueden disfrutar en mil formas, desde el clásico a la plancha hasta recetas más creativas. Y como septiembre es temporada alta de producto local, es el momento perfecto para saborearlos.
Una trobada con corazón
Más allá de lo puramente artesanal, la trobada es un encuentro social. Mujeres —y también algún que otro hombre— de distintos puntos de la Comunidad Valenciana, Cataluña, Aragón e incluso del sur de Francia se dan cita para compartir saberes, técnicas, risas y alguna que otra historia. La sensación de pertenencia que se respira es cálida, envolvente. Aquí nadie es forastero.
La organización, como cada año, corre a cargo de la activa Asociación de Puntaires de Vinaròs, con el apoyo del Ajuntament y el Consell Municipal de l’FPPA. Gracias a ellas, esta tradición no solo sobrevive, sino que florece.
Un evento abierto y gratuito
La entrada es libre y el ambiente, como suele decirse, es de los que reconcilian con el mundo. Los más pequeños suelen quedarse embelesados mirando cómo las manos bailan sobre el mundillo, y más de una madre o abuela aprovecha para sembrar la semilla de la afición. Porque el encaje tiene futuro, y encuentros como este son el mejor fertilizante para mantener viva una de nuestras tradiciones textiles más delicadas.
Un domingo para disfrutar
Apúntatelo: domingo 21 de septiembre de 2025, de 10 a 13 horas, en el Envelat de l’Atlàntic de Vinaròs. Vente con sombrero, protector solar, y muchas ganas de disfrutar de un día diferente. Te esperan los bolillos, el mar, la buena comida… y sobre todo, gente con el corazón grande y las manos llenas de hilo.