XI Encuentro Nacional de Encajer@s de Bolillos en Azuqueca de Henares: una fiesta de hilos, manos y tradición viva
Cada puntada cuenta una historia. Y cada historia, tejida con mimo, se convierte en parte del alma colectiva que une a quienes aman el arte del encaje de bolillos. El próximo 20 de septiembre de 2025, Azuqueca de Henares se convierte en epicentro de esta magia silenciosa, en un evento que ya es tradición esperada: el XI Encuentro Nacional de Encajer@s de Bolillos, que tendrá lugar en el Edificio La Caja (Calle Carmen Burgos, 96P).
Este encuentro es mucho más que un despliegue de técnicas, es una celebración del tiempo detenido, de la paciencia como virtud y del oficio que se resiste —con orgullo— a desaparecer. Azuqueca, con su aire castellano y su calidez vecinal, se llena ese día de palilleos rítmicos, risas compartidas, abrazos de reencuentros y miradas que reconocen el valor de lo hecho a mano. Porque aquí no se viene solo a mostrar: se viene a compartir, a aprender, a admirar y a mantener viva la llama del arte textil.
La Asociación “El arte del encaje de bolillos”, que impulsa este evento con tanto cariño como rigor, ha preparado una jornada que es un regalo para cualquier amante de la artesanía. Las encajeras y encajeros llegan desde distintos puntos de España con sus mundillos, sus almohadillas, sus bolillos de madera torneada y, sobre todo, con su amor por esta técnica ancestral que exige precisión, arte y paciencia.
El ambiente es alegre, familiar y profundamente humano. Las mesas se llenan de tapetes, abanicos, puntillas, aplicaciones, cuadros y piezas imposibles de encaje que despiertan una admiración sincera. Muchos visitantes se sorprenden al descubrir que no todo es tradición pura: en los últimos años, el encaje de bolillos ha encontrado en el diseño contemporáneo una nueva vida. Figuras como pavos reales, mariposas, espirales modernistas o incluso retratos, se funden con los hilos en creaciones tan delicadas como innovadoras.
El encuentro también contará con un espacio ferial donde adquirir materiales imprescindibles para cualquier encajer@: hilos de algodón egipcio, bolillos artesanos, patrones, libros especializados, y un sinfín de pequeños tesoros para seguir tejiendo belleza. Además, se realizarán demostraciones, sorteos y actividades paralelas que hacen de esta cita una jornada completa, dinámica y viva.
Y como en todo buen encuentro de artesanía, no faltarán ni el café compartido, ni los dulces caseros, ni las charlas que se dan naturalmente entre generaciones: abuelas que enseñan a nietas, jóvenes que recuperan la técnica con curiosidad, señoras que cruzan patrones con complicidad. Es una fiesta de las manos y de la memoria.
Azuqueca de Henares: más allá del encaje
Si tienes pensado acercarte al evento, no dejes de aprovechar para conocer este rincón de Guadalajara lleno de propuestas interesantes. Azuqueca no es solo enclave de paso; es ciudad con alma. Puedes pasear por su Parque de la Quebradilla, un pulmón verde perfecto para relajarte después de la feria, o visitar el Centro de Ocio Río Henares, que acoge con frecuencia exposiciones y actividades culturales.
Otra parada recomendable es la Iglesia de San Miguel Arcángel, con su fachada de ladrillo y su historia íntima, o el Centro de Interpretación del Ferrocarril, que rinde homenaje al pasado ferroviario de la ciudad y que encantará a los visitantes más curiosos.
En cuanto a la gastronomía, la oferta local es variada y sabrosa. Desde platos tradicionales castellanos hasta opciones más modernas. Recomendamos acercarse a alguna de las cafeterías colaboradoras del evento —como Calleja Café o El Parque— para disfrutar de un tentempié entre charlas sobre hilos y puntillas.
Este encuentro no solo es una cita con el encaje, es también un impulso al comercio local. Empresas, papelerías, ópticas, mercerías, talleres de enmarcación y establecimientos de toda índole se vuelcan en apoyar la actividad, recordando que el arte y la economía local pueden ir de la mano.
Un arte que une generaciones
El encaje de bolillos ha sido históricamente un arte de mujeres. Sin embargo, en la actualidad, cada vez más hombres se suman a la práctica, y muchos jóvenes descubren en este arte un espacio de calma, de creatividad, incluso de meditación activa. En tiempos de inmediatez y pantallas, hacer encaje es casi una forma de resistencia. Es volver al ritmo del corazón, al compás de las manos.
Así que si aún no lo has vivido, el XI Encuentro Nacional de Encajer@s de Bolillos de Azuqueca de Henares es la excusa perfecta para sumergirte en este universo fascinante. Y si ya lo conoces, sabes que te espera una jornada única, tejida con el hilo invisible de la pasión compartida.