¡Hola a todos los amantes del encaje y la historia! Hoy queremos compartir con ustedes una fascinante historia que nos lleva de vuelta al siglo XIX y nos muestra cómo una mujer extraordinaria, Emilia Pardo Bazán, se convirtió en la primera gran embajadora internacional del encaje de Camariñas.
En 1893, a petición de la Reina Victoria Eugenia, Emilia Pardo Bazán y otras personalidades ilustres de la época se embarcaron en una misión muy especial: confeccionar un dossier sobre el trabajo de las mujeres en España. El objetivo era mostrar al mundo las habilidades y destrezas de las encajeras camariñanas en la Exposición Universal de Chicago. Esta exposición fue un evento de gran relevancia y significado, y gracias a la propuesta de Pardo Bazán y su equipo, las labores artesanales de la villa de Camariñas estuvieron presentes del 1 al 3 de octubre de 1893.
En sus palabras, Pardo Bazán describió con admiración y emoción el talento de las encajeras de Camariñas. Mencionó cómo las humildes encajeras, tostadas por la brisa marina, demostraron su destreza a través de los ejemplares recogidos y enviados por el Sr. Pardiñas. Estas mujeres, con sus ágiles palillos, creaban auténticas obras de arte en forma de encajes blancos que rivalizaban con los mejores del país.
Pardo Bazán enfatizó que el encaje hecho a mano se considera entre las obras de arte. Su pasión por esta forma de arte y su compromiso con las encajeras de Camariñas quedaron plasmados en sus escritos. En una época en la que las encajeras apenas obtenían ganancias por sus trabajos, Pardo Bazán fue su voz y su defensora.
En 1896, Pardo Bazán volvió a mencionar el encaje en sus escritos, destacando la belleza y autenticidad del encaje hecho a mano en contraste con las imitaciones mecánicas. Su amor por el encaje y su esfuerzo por difundir su importancia son innegables.
En resumen, Emilia Pardo Bazán fue mucho más que una escritora destacada; fue una apasionada embajadora del encaje de Camariñas, quien, con su trabajo incansable y su compromiso, permitió que este arte cruzara fronteras y se ganara un lugar especial en la historia. Su legado perdura y nos inspira a valorar y apoyar las artes tradicionales y la habilidad de las manos talentosas que las crean. ¡Bravo, Emilia Pardo Bazán, por ser una verdadera embajadora del encaje de Camariñas ante el mundo!