Xàtiva vibra al ritmo del encaje: tradición, arte y turismo en un mismo hilo
El próximo 4 de octubre, Xàtiva se convertirá en el epicentro de la artesanía textil con la celebración de la II Trobada de Boixets, un encuentro que reunirá a decenas de encajeras y amantes de esta técnica ancestral. Bajo la sombra de los plátanos monumentales de la Albereda Jaume I, el sonido inconfundible de los bolillos marcará la banda sonora de una mañana en la que tradición y creatividad se entrelazan con la alegría festiva de una ciudad que respira cultura por cada rincón.
El latido de la tradición
El encaje de bolillos no es solo una artesanía: es memoria viva, es la transmisión de saberes entre generaciones y un lenguaje compartido que no necesita palabras. Ver a las encajeras trabajar en grupo resulta hipnótico: las manos se mueven con destreza, los hilos bailan al compás de los palillos y el resultado son piezas delicadas que parecen nacidas de un hechizo.
En Xàtiva, esta tradición encuentra un escenario privilegiado. La Albereda, con sus largas hileras de árboles y su ambiente siempre animado, será testigo de una jornada en la que los boixets serán protagonistas. Allí, quienes se acerquen podrán disfrutar no solo de la destreza de las artesanas, sino también de la exposición de trabajos, auténticas joyas de la paciencia y el talento.
Mucho más que encaje
Participar en este encuentro es también una excusa perfecta para descubrir Xàtiva, una de las ciudades más hermosas y cargadas de historia de la Comunitat Valenciana. El castillo de Xàtiva, encaramado en la sierra del mismo nombre, es visita obligada: desde sus murallas se divisa una panorámica que abarca la Ribera del Xúquer y la Vall d’Albaida. No es casualidad que los viajeros románticos lo describieran como una de las fortalezas más imponentes del Mediterráneo.
El casco histórico es otro tesoro: pasear por sus calles empedradas, detenerse en la Colegiata Basílica de Santa Maria, descubrir el antiguo Hospital Real o perderse en el Museo de l’Almodí, donde se guardan piezas de gran valor, es como abrir un libro vivo de historia. Y cómo no, hablar de Xàtiva es hablar de los Borja (Borgia), una familia que marcó el destino de Europa y cuyo recuerdo impregna cada esquina.
Gastronomía que enamora
Después de dejarse deslumbrar por el arte de los bolillos y la monumentalidad de la ciudad, llega el momento de la pausa con sabor. La cocina setabense tiene joyas tan irresistibles como el arròs al forn, elaborado con ingredientes sencillos pero cargado de matices. Tampoco faltan los dulces, como el arnadí de calabaza o las tradicionales monas de Pascua. Una gastronomía que sabe a raíces y que completa la experiencia de la visita.
Una cita para vivir en comunidad
La II Trobada de Boixets no es solo una actividad para las encajeras; es un evento para toda la ciudad. Familias, curiosos, visitantes y amantes de la artesanía tienen aquí un punto de encuentro donde se comparte, se aprende y se celebra. Además, es una oportunidad perfecta para que las nuevas generaciones se acerquen a un arte que, pese a los siglos, sigue más vivo que nunca.
Con iniciativas como esta, Xàtiva demuestra que la tradición no está reñida con la modernidad, sino que se enriquece al abrirse al mundo. El encaje de bolillos, con su delicadeza infinita, se convierte en símbolo de la paciencia y la creatividad que tanto necesitamos en nuestro día a día.
El próximo 4 de octubre, la ciudad volverá a tejer su mejor encaje: el de la convivencia, el arte y la cultura. Una jornada festiva que, sin duda, quedará grabada en quienes tengan la suerte de vivirla.